Sandro y la historia de “Muchacho”

Nuestra historia transcurre en el Tigre. en su soberbio y casi misterio ámbito. Entre sus canales, su vegetación y el rudo pero cálido ambiente de sus moradores, ha nacido y crecido Muchacho, un joven muy popular entre los habitantes del Delta por su bondad y por sus condiciones de cantante. Es el nieto adoptivo de la Capitana de la «Sarmiento del Delta», una de las típicas lanchas colectivas que pululan por riachos del Tigre, llevando turistas e isleños, en ese mundo tan particular y tan lejano, a pesar de su cercanía con la ciudad y sus complicaciones. Muchacho se ha criado un poco al margen de la escuela y de los refinamientos sociales, pero tiene la natural sensibilidad y fineza que da el espíritu de un ser bueno y generoso.

Como le encanta la música, el muchacho pasa horas del día —mientras no tiene trabajo en lancha— cantando y tarareando con su inseparable guitarra. Un día suben a embarcación un grupo de chicas y muchachos que tienen que Ir a una isla. Como no hay lugar para todos, dos de las chicas deciden viajar solas en la «Sarmiento del Delta». Apenas las ve, Muchacho, que tiene un fino sentido del humor, les da la bienvenida:

——En nombre de la Capitana de la «Sarmiento del Delta», les doy la bienvenida a bordo —-dice a la manera de tas azafatas de aviones—-. Estimamos llegar a destino en dos horas cuarenta y cinco minutos con paradas intermedias. Yo soy Muchacho, auxiliar de a bordo y aquí estoy para hacerles más grato el viaje…

——¿Dónde bajan? —pregunta Muchacho a las chicas.

—En la Isla de las nutrias –responde  Marta, una de ellas— Cuánto es? —Nada por esta vez. ..

—¿.Y eso? —pregunta la otra muchacha.

—Invitación a los nuevos vecinos…

—responde Muchacho.

Efectivamente, Muchacho, la Capitana y las chicas resultan ser vecinos. No mucho tiempo sin que Muchacho y Marta inicien una amistad. Ellos se dan cuenta de que están enamorados, pero ambos no se atreven a salir formalmente pues temen a las diferencias sociales: ella es una niña de familia muy acomodada y con pretensiones de figuración. y él. Solamente un humilde lanchero del Tigre.

La Capitana se percata rápidamente de la situación y comprendiendo la terrible desilusión que puede afligir a Muchacho cuando despierte a la realidad —y un poco por involuntarios celos-—, trata con la ayuda de Cantor, un porteño buenazo y amigo de la casa, de urdir una intriga para separar a Marta y Muchacho. Pero se arrepiente de su acción y pronto se descubre verdad.

Dolores. la madre de Marta, no desaprueba la relación, pero su padre, ni se imagina que la hermosa hija de un magnate pueda estar enamorada de un muchacho tan humilde. Pero el verdadero  amor no reconoce barreras y día a día comprenden que ya nada podrá separarlos.

Un día la Capitana se siente enferma, y Muchacho corre a buscar un médico. Este, sabedor del temple de mujer, le confía la verdad de su terrible diagnóstico.

—No hay plazo que no se cumpla. ni soga que no se corte — le dice la Capitana al médico-: lo único que le pido es que Muchacho no lo sepa…. me quiere y sufriría mucho…  ¿Tendré muchos dolores?

—Sí! Pero le daré calmantes…  

Pero el Cantor te dirá Ia verdad al Muchacho. Es el único ser que tiene a su lado la Capitana y tiene que ser consciente de gravedad de la situación. Muchacho, entristecido, cuenta su vida a Marta, mientras conversan en el embarcadero:

—Jamás supe fueron mis padres…: un alemán solitario, pero de gran sabiduría fue quien me crió…: al  morir yo ya tenía catorce años y jamás había salido hasta que en-de su lado y de la isla….  hasta que encontré a la Capitana…

El plazo Se cumplirá inexorablemente y la anciana morirá. Muchacho será su único heredero y su fortuna pasará a sus manos. Por eso, cuando en la lujosa fiesta que se brinda en la casa de Marta y su padre pregunte quién es el elegante joven que está bailando con su hija. alguien Ie responderá:

–Es Muchacho.. pero con una herencia de cien millones de pesos…

Más tarde. bajo el cielo estrellado del Tigre, Muchacho y Marta sellarán con un beso un amor que durará toda la vida, hasta que la muerte los separe.

Realización de Leo Fleider. Libreto original de Jorge Falcon. Fotografía de Ricardo Younis en Eastman Color. Música de Jorge López Ruiz. Producida por Óscar Anderle y Emilio Spitz. Producciones Cinema Fotográficas 70. Distribuido por Pel-Mex. 1970.

REPARTO

Muchacho…                       Sandro

Marta…                                Iran Eory

Capitana…                          Olinda Bozán

Cantor…                              Rolando Chávez

Dolores…                             Diana Ingro

Y la actuación de Francisco de Paula, Carlos Muñoz, Gilberto Peyret, Elizabeth Makar, Alicia del Solar, Aída Rubino, Óscar Petri y Pedro Ortiz.

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